El Salar de Uyuni y Lagunas de Colores es el territorio turístico más singular y exclusivo de Bolivia, forma parte de la cuenca cerrada del altiplano en su extremo sur. “El Salar de Uyuni” es el salar más grande del mundo, con un espejo salino de impactante biodiversidad.
En el extremo sur oeste del destino se encuentra la mayor concentración de lagunas de colores: Laguna Colorada, Laguna Verde, Laguna Celeste, Laguna amarilla, etc. que junto con la mayor concentración de volcanes apagados, geiseres, fumarolas y formaciones rocosas multiformes, conforman uno de los paisajes desérticos más fascinantes y surrealistas del planeta.
Esta invaluable maravilla natural, está habitada por culturas vivas que han adaptado la tecnología de sus sistemas productivos, a las condiciones extremas del semi-desierto, logrando aprovechar la Quinua (un cereal denominado el grano de oro en los mercados internacionales), así como finísimas fibras y carnes de Llama y Alpaca (Camélidos andinos). La conjunción de naturaleza y cultura hacen de este destino un lugar especial, sobre todo cuando se visita el Área Protegida de la Reserva de Vida Silvestre Andina Eduardo Avaroa.
Ubicado al suroeste de Bolivia, El Salar de Uyuni tiene una superficie de 10.582 Km2 a una altura de 3.653 m.s.n.m., contiene una reserva de 9 millones de toneladas de litio y otros minerales, constituyéndose así el reservorio de sal más grande del mundo.
Esta región semidesértica y de tierras volcánicas encierra en su interior recursos de gran importancia económica y paisajes de extraordinaria belleza natural. El Salar de Uyuni y las Lagunas Colorada, Verde, Amarilla y Celeste son su mejor exponente y cuyos nombres son atribuidos a las distintas tonalidades de colores que exponen.
Complementariamente existen los espectaculares géisers, formaciones rocosas y pozos volcánicos que remontan al visitante a la época de la formación de la tierra.
Conducir en medio de este lago de sal es una experiencia extraordinaria sobre todo durante el invierno, cuando el azul intenso del cielo contrasta con el blanco brillante de la costra de sal. Cuando el tiempo está nublado se produce el efecto “white -out”, donde el horizonte se difumina hasta desaparecer, haciendo imposible, el poder diferenciar la tierra del cielo.